jueves, 28 de julio de 2011

Pttss... ¬¬


Odio esa mezcla de decepción y nostalgia. No me gusta implicarme tanto, gastarme, para que todo se pierda tan rápido. Supongo que es lo mejor para erradicar de cuajo el desconcierto y por eso no te recrimino nada, pero tampoco implica que no me afecte tu repentina ausencia, tu indiferencia. Miro tu foto y ya no me duelen las circustancias, me duelen las voluntades.

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Imagen de Alfonso Casas

lunes, 25 de julio de 2011

"Up" de Pete Docter (Pixar)

domingo, 24 de julio de 2011

Sigo a la deriva

Ahora es verano pero yo sigo como cuando no lo era. Sigo buscando mi sitio. Sigo sin objetivos pero con voluntades. Sigo teniendo los pies fríos cuando llueve. Sigo adaptándome al medio sin rechistar. Sigo mirando tu portal aunque ya no vivas allí. Sigo en mi búsqueda ineficaz de un libro que me absorba. Sigo echándote de menos. Sigo estremeciéndome con las letras de Quique González. Sigo preguntándome por caminos que no recorrí. Sigo escribiendo mis tormentos y mis desolaciones. Sigo alimentándome de tus incondicionales latidos. Sigo con mis ganas inagotables, con mis optimismos. Sigo disfrutando del olor de la hierba cortada. Sigo con mis arrinconados fracasos y mis torpezas.
Sigo bebiendo café y leyendo para poder dormirme. Sigo pensando mucho pero escuchando poco. Sigo imaginando apariciones de artistas y poetas tristes. Sigo soñando contigo cuando las noches son largas. Sigo con mis neuras y mis pretensiones. Sigo con la nostalgia del ayer y la incertidumbre del mañana. Sigo sin saber de nada pero aprendiendo de todo. Sigo cobarde como siempre... dejando que el viento decida.
Sigo a la deriva.

viernes, 22 de julio de 2011

Inspiración bloqueada por una agradable serenidad interior

Días que no volverán (Antonio Vega)

De vez en cuando siento
que puedo regresar tiempo atrás
Éramos jóvenes los dos,
fue tan perfecto.

Así pasaban esos días sin final.
Todo era un juego, no bajo el sol
A veces me parece
que nada tiene una razón.

Días que no volveran
Que ya no puedo olvidar
El tiempo nos dejará una verdad
Estarás en mí para siempre...

No puedo demorar
Las horas que se van
Quiero viajar atrás en ese viejo tren una vez más.

De nada sirve llorar lo que perdí
Mejor volver a encontrar lo que hay aquí
A veces me quedo sin rumbo
Ese tiempo pasó, se esfumó...

Días que no volverán
Flotando en el aire se van
Pero hay ciertas cosas que no cambiarán
Estarás en mí por siempre...

miércoles, 20 de julio de 2011

Sobrevalorado

La felicidad está sobrevalorada. Nuestra capacidad de cicatrización es admirable. Las heridas dejan de sangrar tarde o temprano, siempre. Las cicatrices ya son otra historia. Y los olores también. Los olores no se superan nunca. Supongo que aprendimos, o más bien nos obligamos rápido a huir de nuestros propios humos. Firmamos un finiquito acuciante y corte limpio. Aunque la nostalgia nos meta bien el dedo en la yaga de vez en cuando.
La felicidad está sobrevalorada...
los sentimientos también.

martes, 19 de julio de 2011

"Los peces y los árboles se parecen. [...] Los peces también tienen anillos pero en las escamas. Y al igual que sucede con los árboles, gracias a ellos sabemos cuántos años tiene el animal. [...] Los peces crecen hasta que se mueren. Más rápido cuando son jóvenes y, a partir de cierta edad, más lentamente, pero sin dejar nunca de crecer. Y por eso tienen anillos en las escamas. El anillo de los peces lo crea el invierno. El invierno es el tiempo durante el cual el pez come menos, y el hambre deja una marca oscura en sus escamas porque su crecimiento es menor durante esta época. [...] El anillo de los peces es microscópico, no se ve a primera vista, pero ahí esta. Como si fuera una herida. Una herida que no ha cerrado bien. [...]
Lo que para los peces es el invierno, para las personas es la pérdida. Las pérdidas delimitan nuestro tiempo [...] Cada pérdida es un anillo oscuro en nuestro interior."
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Fragmento del libro: Bilbao-New York-Bilbao de Kirmen Uribe

lunes, 18 de julio de 2011

viernes, 15 de julio de 2011

En la orilla

Me quedé en la orilla con la mala excusa de buscar conchas mientras dormías profundamente en la toalla. Miraba con atención el oleaje, como si quisiera encontrar algo. Hundí mis pies en la arena y me quedé quieta, esperando, con los ojos clavados en el horizonte. En ese momento lancé al mar toda mi angustia y mi nostalgia, mis lamentos y mis asperezas. Lancé todos mis tormentos y me quedé vacía. Cerré los ojos y me dejé arrastrar...
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Al rato respiré con fuerza y desenterré mis pies. Busque mi excusa y entonces me di cuenta. Olvidé que todo lo que arrojas al mar siempre acaba volviendo a la orilla. Así que decidí alejarme de allí y despertarte. Coloqué varias conchas sobre tu brazo y cuando abriste los ojos supe que la manera más eficaz que tengo para no dejarme huecos tristes, no es lanzar penas al mar, sino amortiguar mis tempestades con tus latidos.

domingo, 3 de julio de 2011

Summer time

Me marcho bien lejos unos días. A ver si el mar y el sol me cierran bien las cicatrices, me dejo querer y me quito ya de lamentos que realmente no me llevan a ninguna parte. Ha sido un invierno difícil. Dejaré que el tiempo, la brisa y el calor, hagan conmigo lo que tengan que hacer. Cuando vuelva ya veremos...
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