Come más pipas

Sal y tiembla. Enfréntate al mundo con la cabeza alta y las manos donde puedan verlas. Qué sencillo es navegar cuando no hay olas. No vuelvas la cara, no mires, no te detengas. El pasado no merece la pena, jamás volverás a él. Ten cuidado, quemarse no es cuestión del calor, es cuestión del tiempo. Sonríe cuando llueva y grita cuando haga sol. Los días son demasiado cortos para ahogarles en suspiros tontorrones que vocean romanticismo. Es tarde ya para lamentos, sabes que no podrás hacerlo nunca. Detente y piensa, escribe tus harañazos y entierra las tristezas, ahí, bien al fondo, donde nadie pueda verlas. Sssshh... calla, es mejor que duerman por el día. Hay demasiadas personas para tan poco espacio. El corazón se satura y le desplaza peso a las tripas, pero no están acostumbradas y duelen. Ya es suficiente, no sigas. Tu victimismo me enferma las entreñas. Relájate y sonríe. El ser humano lo complica todo. La vida es mucho más sencilla que tus párrafos. Maldita tendencia obsesiva inconformista. Come más pipas y deja en paz a los pájaros.

.

No son buenas fechas

No eras tú, pero era tu mano, lo he sentido. Me ha sonado el despertador y le he apagado con rabia. Quería recuperarte pero te has ido.

Me duele la cabeza. No son buenas fechas desde hace ocho años.

Es increible que aún te siga buscando...

He rescatado tu voz esta mañana. Empiezo a desvariar de nuevo pensando que estas escondido o algo así y que algún día volverán tus abrazos y tus manos.

Nunca me apetece volver sin tí, me hace daño. Me obsesiono con tu ausencia y se me atraganta el viaje. Otra vez a cerrar los puños, a suspirar compulsivamente y a fingir. Nadie entiende nada y me quedo sola, otra vez...

no me resulta fácil.

Tengo días muy grises, muy amargos, muy vacíos, muy tristes. Me hacen sentir tan egoísta que te echo todavía más de menos y me quedo todavía más triste.

.

Es una quimera

Posiblemente nos engañemos de manera continua, sin conciencia, para no hacernos más daño. La realidad es una quimera, un invento humano para levantarse por la mañana.

Tenemos la inevitable necesidad de llenarnos de razones, de satisfacernos, de enlazarnos. Intentamos dar un sentido a todo, encontrar las respuestas, unir los puntos. Pensamos que el mundo gira más despacio cuando no estamos, pero es mentira. Soñamos y esperamos desde que nacemos hasta que morimos, sin darnos cuenta de que lo más importante, apenas nos paramos a percibirlo.

.

.

.

.

.

Siempre esta ahí,

lo que pasa que unas veces

asoma más que otras.

Unas veces asusta más,

otras veces nos duele menos.

Pero siempre esta presente.

Siempre. Esperando...

Te estas ahogando, lo sabes, pero aún así no luchas por salir. Prefieres hundirte. La succión es demasiado fuerte para intentar subir. Te rindes. Aceptas tus lamentos y tus añoranzas. Te olvidas de todo lo que no has conseguido y cierras los ojos.

.

Sientes la ingravidez del agua, su tristeza. Pero miedo no, por fin has dejado de tener miedo. En realidad no sientes nada, solo vacío. Desapareces, te destruyes. Has dejado tu vida a la deriva, sin arriesgar nada, sin decidir nada.

.

Ahora una mano te arrastra a la superficie, pero ya es tarde...

Hay sentimientos que resultan imposibles con palabras

De una manera o de otra, siempre acaba como los tulipanes y yo me quedo hipocritamente impasible, mirando como se marchita. No importa, supongo que el ánimo también es manipulable. Mis pensamientos somatizan y duelen. Por eso vuelvo a perder el tiempo descaradamente. Es una terapia efectiva contra la saturación neuronal, ayuda cuando sueñas mucho y olvidas poco.

Parece que ya vuelven los rayos, menos mal, mi cabeza no soportaría más días de nubes.