Isla

Cada ser humano es una isla. En el mejor de los casos, pertenece a un archipiélago. Aún así, cada isla es distinta de las otras. Algunas son fértiles, pródigas, ubérrimas. Otras son áridas, magras, resecas.

Cada ser humano es una isla, donde sólo convive con su conciencia y en ocasiones con un lago quieto que le informa sobre qué rasgos asume su rostro de naúfrago.

Cuando el ser humano se aburre de su soledad, entonces se comunica con otra u otras islas, a nado, o en balsa, en lanchas o en canoas. Y en la otra isla conoce a otros naúfragos y también a otras naúfragas, y a veces se enamora.

El amor une a las islas como una corriente. A veces dos islas copulan y nace un islote.

.Mario Benedetti en "Vivir adrede"

Vuelve el tiempo

Se acabó. Vuelve el tiempo. Vuelven las cervecitas sin prisa, el cine, el solillo y los buenos libros. El depertador ya no duele y los días tienen horas sino de sobra, suficientes. Pero con el tiempo también vuelven los pensamientos, la incertidumbre, los nervios. Vuelven las cosas que no me entiendo, las paranoias y los miedos. Pero este tiempo también implica que vuelvan las risas, los "esto es vida" y los helados. El mar, los pies descalzos, los viajes,

los abrazos (todos) y los besos.

Vuelve el tiempo. Vuelve la buena vida.
Y esque la vida es tiempo, y los tiempos vida son.

Caballos blancos

LLevo unos días con una especie de nerviosismo y de intranquilidad nocturna.
Me psicoanalizo.
Encuentro aproximadamente seis motivos, todos absurdos como casi siempre.
Por la noche me cuesta dormir y por el día me cuesta estar despierta.
Sutil y asquerosamente fustrante paradoja.
Y una noche más, aparecen de nuevo los caballos blancos.
Imagino caballos blancos galopando, a veces por un río, por la playa, por un bosque...
Pero siempre caballos blancos.
Es inconsciente, no me fuerzo. No es un efecto provocado, sólo surge.
Mi mente proyecta esa imagen cuando noto los latidos más fuertes

que mi propia respiración.
Estuve pensando... y creo que es una preciosa forma que tienes de abrazarme.

Días de lluvia

Hay días de lluvia. Días tristes. Días en los que las gotas te calan hasta los huesos. Días de ojos lánguidos con sonrisas huidizas y miradas melancólicas. Todo sigue igual, la belleza no se va nunca, sólo permanece escondida bajo un estado gris. Falto de color, falto de vida, pero constante y en armonía. El piano se mezcla con el fuerte golpeteo de la lluvia contra los cristales. La gente finge pero nadie estudia. Sólo piensan y suspiran. Los días de lluvia no concentran, sólo dispersan. Acumulan fracasos y torpezas. Te inundan con sus nubes, te ahogan con su tristeza. Te mojan la esperanza, te enfrían la entereza. Días de lluvia.

Yann Tiersen

Foto: "Adieu" de Alfred Guillou

"Nacemos tristes y morimos tristes

pero en el entretiempo amamos cuerpos

cuya triste belleza es un milagro."

..................................(Mario Benedetti)

"Lazy Jane" by Shel Silverstein

Algo así...

Es como cuando el Sol te seca la piel justo después de salir del agua. Algo así como cuando alguien te rasca la espalda o como cuando tienes sed y bebes agua. Como cuando tienes frío y te tapas con una enorme manta.

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Es como contemplar un mar con oleaje, como saborear el chocolate o como caminar descalza por la hierba. Algo así como gritar en lo alto de una montaña, como un eterno baño de espuma o como una siesta debajo de un árbol en verano.

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Algo así, algo parecido, es para mí estar contigo.

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ELEGIR

Seleccionar, preferir, optar, escoger, entresacar, acotar, decidir, determinar, sentenciar, dictaminar... se puede llamar de muchas maneras pero la esencia es la misma.

Siempre que se elige, algo se pierde o se deja y algo se mantiene o se gana.
Nunca sabemos si es la mejor opción, nunca sabemos si acertamos... pero elegimos.
Y resulta mucho más dificil que rendirse, incluso más dificil que luchar.
Porque las decisiones no vienen dadas, las decisiones las tomamos nosotros,
y esa enorme resposabilidad produce un vértigo impresionante...
pero es lo que nos hace libres y dueños de nuetra propia vida (aunque a veces la caguemos).

Glu glu..

Tengo un gran vaso que me obligo a llenar de cosas que quiero que los demás esperen de mí. Y a menudo, siento que me ahogo en mi propio vaso. Siempre quiero acertar, siempre quiero ser la mejor en las personas que me importan, siempre quiero hacerlo todo. Y no puedo. No doy de sí.

Tengo un pánico tremendo a defraudar. Es una de las cosas que más temo. Y me olvido de mí misma. Me agoto. Me saturo. Me hago daño. Si no ofreciese tanto, luego no se esperaría tanto. Es un bucle provocado a conciencia que nadie percibe porque para cada persona existe un sólo yo, pero mi yo existe para varias personas y por mucho que lo intente no doy abasto. Es imposible entregar el 100% continuamente aunque me intente convencer de lo contrario... Maldita sea mi autoexigencia.

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