domingo, 28 de marzo de 2010

Te odio. Los seis días con Santi Balmes.

Maldita sea

Hacía tanto que no lo veía. Es más, creo que nunca lo volví a ver (y por supuesto a sentir). Y me dio rabia, incluso envidia. Te recordé tanto que me hice daño y me quedé triste. Te echo tanto de menos. Esos abrazos…maldita sea, teníamos eso. Luego me di cuenta. No me dolía por mí, me dolió por ti. Por tu ausencia. Niñata egoísta. Qué fácil es añorar, envidiar, recordar, lamentar… cuando se esta viva. No me da rabia echarte de menos sino tener que echarte de menos. Maldita, pero maldita maldita sea la muerte.


Domingo patidifuso autoterapéutico

- Sí, lo sé, dar dar dar y dar.
- Es absurdo creer que eres buena persona sólo por miedo a ser mala.
- No lo entiendes, no soy asi por decisión propia, soy asi porque no sé ser de otra forma.
- ¿Estas segura?
- Me duele la cabeza y el estima, porque no me dejas autocompadecerme tranquila...
- Es injusto y lo sabes, deberias cambiar.
- No quiero cambiar, me va bien así, aunque hoy no lo sienta mucho.
- Tienes miedo a que sea peor, por eso te quedas ahí sonriendo, siendo así. Sólo es miedo.
- Ya estamos otra vez con el miedo...
- Es cierto, vives protegiendo aferradamente todo lo que te rodea por miedo a estropearlo o a perderlo.
- ¿Y eso es malo?
- Te olvidas de tí. Te preocupa más la armonía del círculo que tu comodidad real.
- o_o
- Te asignas responsabilidades que en realidad no te corresponden. Y luego te ahogas en el vaso que tu misma has ido llenando.
(suspiro)
- Lo peor que puedes hacer una mañana de resaca es dejarte hablar contigo misma.